¿Cómo le vas a poner? En este caso, hablamos de tu marca. Como imaginarás, seguir un proceso y elegir bien el nombre de tu marca es muy importante. Te explicamos cómo.
Recapitulando con la serie “Los Riesgos y Retos de las Marcas”, primeramente, hablamos de la importancia de establecer y estudiar los insights del consumidor, sus vivencias, sus ideas, sus conceptos.
Después definimos que una marca es esa promesa que le hacemos al consumidor para diferenciar y distinguir nuestros productos y servicios de la competencia.
La semana pasada hablamos de tres puntos clave a considerar en una estrategia de marca, como lo son el Posicionamiento, al enfocarnos bien en definir la propuesta única, la diferencia nos destaca; la Personalidad de la marca, que se refiera a su tono de voz y rasgos de personalidad…
Y el tercer punto… la Ejecución. La que se lleva a cabo a través del nombre, el logo, símbolo, colores y diseños. Es ese look y sentimiento que nos distingue de la competencia, además de definir su calidad, el awareness y facilitar el reconocimiento, todo con la finalidad de mantener una relación de largo plazo con los consumidores.
La importancia del nombre
Hoy quisiera destacar la importancia de dedicarle tiempo a crear un buen nombre. Realmente es un proceso más complejo de lo que la mayoría se imagina y si no se profundiza lo suficiente puede convertir en una costosa y desgastante lucha.
Aquí van algunas recomendaciones:
- Inicia el proceso del nombre desde la fase de desarrollo del negocio o producto.
- Establece claramente los objetivos, esto ayuda a evaluar y seleccionar mejor el nombre.
- Desarrolla un resumen de los elementos y/o atributos que debe comunicar el nombre para poder construir sobre ellos.
- No hay confundir la necesidad de informar con la necesidad de diferenciarse.
- Hay que pensar y estudiar bien si necesitamos un nuevo nombre o una extensión de marca. Esto es importante porque un portafolio de productos con muchas marcas puede ser confuso para el consumidor.
- Así como el punto de vista emocional del nombre.
Mantente enfocado en el proceso
Cuando estamos en proceso de selección de nombre, puede ser una decisión muy subjetiva, ya que todo está relacionado con alguien o con algo, muchas veces basado en otras marcas exitosas, que nos gustan o respetamos.
Una vez definidas las propuestas de nombre, es recomendable hacer una búsqueda fonética, que si bien no asegura el registro, sí puede darnos una idea de la viabilidad del nombre para la marca.
¿Estás seguro de que va a funcionar o que tiene posibilidades de funcionar? Algunos pueden decir que su marca ya funciona y, a la hora de que entran en el proceso de registro, se las niegan cuando ya invirtieron en branding. ¿Le meterías diseño y harías todo el proceso de creación aún corriendo el riesgo de que no puedas registrarla? Eso sería costoso, no sólo por el dinero, sino también por el tiempo que llevas invertido en ello.
Por otro lado, podemos llegar a tomar decisiones no muy fundamentadas desde el punto de vista publicitario a la hora de nombrar una marca. Ponerle el nombre de una hija, de la calle donde vivo o se me ocurrió la idea de negocio puede tener mucho sentido para nosotros o, a lo mucho, a nivel local. Sin embargo, siempre hay que pensar en la posibilidad que vas a crecer como negocio. Si más allá de las fronteras el nombre que pensabas no procede, tal vez sería hora de pensarlo dos veces.
Si antes funcionaba el sentido local de decir “100% Mexicalense” por el nombre de nuestra querida ciudad fronteriza, por ejemplo, a nivel nacional o global puede que no sea un atributo muy significativo o identificable. Entonces, yo creo que debemos de pensar en términos mucho más globales, o en dado caso, locales pero que impliquen el beneficio del producto o el beneficio del servicio que queremos ofrecer, o el problema que vamos a solucionar.
Sí, es más laborioso de lo que parece trabajar en la cuestión del nombre.
Entonces, vamos empezando con el nombre de nuestra marca como cuando vamos empezando la idea de negocio. Desde ahí, para seguir avanzando hacia adelante.
En los siguientes blogs ya vamos a ir hablando de cómo “echarle pluma y lápiz”, de cómo ir desarrollando los posibles nombres, pero por lo pronto podemos empezar por meterle tiempo y “mucho coco” a crear el nombre de nuestra marca.
Algunos tips adicionales
Para cerrar con el tema, te damos unas últimas recomendaciones para el nombre de tu marca:
- Busca que proyecte el beneficio o la solución. Que proyecte tu propuesta de valor como empresa.
- Intenta que sea generalmente de una sílaba o una palabra. No busques nombres de marca muy elaborados o largos porque son difíciles de retener.
- Recuerda que, a final de cuentas, los consumidores tendemos a acortar automáticamente. Al final, la mente se queda con palabras cortas.
Entonces, hay que trabajar de esa manera. Hacer una búsqueda previa antes de entrar en la etapa de diseño y una vez que se asegure que sí pueda registrarse, adelante.
Yo soy Jorge Vázquez, director de la agencia Visual Creativos. ¿Tienes ideas de cómo le pondrás a tu marca? ¿O qué proceso seguiste para nombrar la tuya? ¡Esperamos tus comentarios!
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