Sigamos con el tema del branding “post-pandemia”.
Comentábamos la semana pasada de la necesidad de las marcas en alinear los esfuerzos publicitarios hacia lograr mensajes más relevantes y creativos, que los hagan más visibles. Y sobre todo, que animen a los consumidores a regresar al mercado. No será fácil.
Igual sucederá con el personal para animarlos a que regresen a la oficina.
Hay que cambiar la estrategia
Hablando de los negocios y de las marcas, estamos entrando en el reto del efectivo, hay que asegurar contar con el flujo de efectivo para subsistir un par de meses más. Claro que dependerá mucho del giro de negocio en que te encuentres, pero la falta de circulante será por los siguientes meses, clave para la subsistencia.
Otro punto que nos ha quedado claro, es que es de vida o muerte para la marca estar en las plataformas e-commerce. Quisiera hacer notar que la velocidad para innovar en este aspecto será fundamental y decisiva para acelerar, o seguir en marcha. Tenemos que enviar mensajes sólidos de un cambio real y auténtico. Menos “bla, bla, bla”.
Hay que investigar cuanto antes cuáles son esos nuevos satisfactores y factores que se subirán a la nueva experiencia de compra, y cómo podremos provocarlos, motivarlos, incentivarlos. Sin duda, el precio será un factor clave, pero habrá otros que también den valor agregado.
Hay que innovar. Punto.
Este es el gran reto de los nuevos mercadólogos. Habrá que descubrir cuáles son las mejoras que las PYMES -y empresas en general- tendremos que hacer para vincularnos y mantenernos conectados con los consumidores, que ayuden a nuestras marcas a posicionarse mejor y recuperarse primero cuando esos tiempos vengan.
Como agencias de publicidad debemos ayudarle a las marcas a contar sus historias de una manera eficiente, donde equilibremos la creatividad con los medios.
Como podemos ver, hay mucho trabajo por delante.
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