La honestidad es un valor muy importante, tanto en las personas como en las empresas en el 2020.
Debido a la contingencia por el COVID-19, las marcas no sólo han trabajado en su posicionamiento, sino también han tenido que trabajar su reposicionamiento. Esto porque, ante la pandemia, se ha tenido que revalorar el impacto de cada marca en el consumidor, y como se siente este respecto a ellas; que tan honestas y confiables son realmente.
Recordemos que esta situación de la honestidad de las marcas, ya viene tomando más fuerza, desde hace poco más de un año, en gran medida por la fuerza exhibida de las redes sociales, una fuerza que ha marcado con contundencia las estrategias a seguir para crear una imagen honesta de la marca.
Se podría afirmar que el consumidor, la persona o el ciudadano está mucho más empoderado. Cuando compra, busca algo más que un producto o servicio, más que nunca, busca valores y compromiso.
Es por esto que las marcas que están teniendo un mayor impacto son aquellas que están trabajando con honestidad para generar confianza en el público.
Campañas honestas de marcas honestas
Recordemos campañas arriesgadas de posicionamiento que han servido para dar notoriedad a ciertas marcas. Como la que realizó Nike en 2018 con el quarterback de los 49’S de San Francisco, Colin Kaepernick, conocido por su activismo en temas raciales, que se arrodilló en gesto de repudio mientras tocaban el himno nacional antes de iniciar un partido para protestar por la discriminación racial hacia la comunidad afroamericana. Kaepernick terminó convirtiéndose en un ícono.
Una gran parte de la sociedad estadounidense desaprobó hasta el punto de perder su trabajo, de hecho, no ha regresado a la NFL. La campaña de Nike “Cree en algo, aunque eso signifique sacrificarlo todo”, generó un gran revuelo y crítica por parte de conservadores salieron a las calles a quemar los zapatos deportivos de su marca.
Nike reaccionó en forma muy arriesgada utilizando sus redes sociales para que las personas supieran cómo incinerar el material deportivo de forma segura, sin provocar incendios ni daños. La marca pudo haber retirado la campaña, pero prefirió ser honesta con sus principios y su mensaje.
2020, es un año de ansiedad, de incertidumbre económica. Es curioso, que a pesar de que vivimos en la era de la velocidad informativa por la mayor cantidad de datos a nuestro alcance, como sociedad estamos más perdidos y tenemos más miedo que nunca.
El poder de decisión y de opinión del consumidor en el 2020
Las redes sociales y las opiniones que se “postean” o publican en ellas cada vez son más determinantes para crear tendencia. El ciudadano se ha dado cuenta de la fuerza y responsabilidad que tiene en este campo. Sabe que tiene el poder en sus decisiones de consumo y que, en mayor o menor medida, está eligiendo lo que cree que es bueno para la salud, el medio ambiente, y demás situaciones que nos afectan.
Como consumidor es más consciente de que tiene poder para influir en su entorno, así como en el mercado, mediante sus opiniones y decisiones de compra.
Son precisas mayor honestidad y mayor credibilidad. Trabajemos en eso.
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