El artículo escrito por Brigitte Seumenicht colaboradora de la revista Merca2.0, donde ella preguntaba: 
¿Qué tal si cada vez que vas a elegir comprar algo pienses en las consecuencias que esa compra está teniendo para ti, para tu comunidad y para tu país?

Una pregunta difícil de responder en nuestra región… creo que de pensamiento podemos responder con un sí, pero en la práctica es distinto, mucho más aún, cuando están en juego los niveles de ingresos familiares, la zona geográfica donde se reside, la disponibilidad de productos y variedad de marcas que tienen presencia en el mercado local.

Ante un escenario donde como consumidores y/o clientes nos hemos hecho más racionales, concientes e inteligentes en el uso del dinero, somos más exigentes y buscamos comprobar la calidad de los productos y servicios que adquirimos, exigimos que tengan garantía; definitivamente es una presión que tiene el comercio local que resolver para convencernos.

Desde mi punto de vista, el problema para apoyar el consumo local está más relacionado con aspectos culturales, que económicos. Y digo que es cultural… de cultura comercial. Sí las compañias con marcas trasnacionales y que responden eficientemente con sus garantías en Estados Unidos, por alguna razón no sucede en México; menos aún podrán responder las marcas locales.

¿Entonces como apoyar el consumo local de las marcas locales? Enseguida enlisto algunas ideas que pudieran funcionar:

1) El comercio mexicalense debe cerrar filas y enfocarse en difundir las marcas locales y los beneficios para incentivar el consumo local.

Un ejemplo de esto es lo que hacen varias empresas y ONG´s en Chiapas en cuanto al cultivo, empaque y comercialización del café que producen. Difunden datos en cada empaque, sitio web o medio disponible acerca de donde se cultiva, cuantas personas o familias se benefician de esta actividad, que otros tipos de café comercializan, y lo complementan con sistemas que facilitan la compra.

2) Las marcas locales deben aprender las ventajas de estar unidos.

Hay que unirse. Más aún, ahora que ya vimos los resultados positivos que se pueden lograr al estar unidos. Y como en toda unión, se debe estar abierto a sacrificar en pro de todos. Un ejemplo claro lo tenemos con lo que ha sucedido en Mexicali con la cerveza artesanal y la carne. Participan conjuntamente, exponen conjuntamente, promueven conjuntamente. Hablan en nombre de todo el grupo.

3) Hay que invertir, mejor dicho, hay que aprender a invertir en promoción y difusión.

No solo debemos hacerlo cuando se está en medio de problemas o próximos a participar en un evento. Es un hecho que las marcas que no dejan de anunciarse en “época de vacas flacas” son las primeras en salir adelante cuando se avisoran los “buenos tiempos”. Sobran ejemplos: Proconsa, Becerril (B Air) por mencionar unas.

Finalmente, a veces hay que valorar que dar algunos pasos hacia atrás no es perder terreno si es para “agarrar” vuelo y llegar más lejos. Por lo pronto, podemos iniciar apoyando las marcas de productos y comercios locales que se esfuercen por garantizar lo que hacen y responder como esperamos.