Primero, hay que definir detalladamente a quién o quienes buscamos llegar con nuestros mensajes. Es clave poder entender muy bien la situación del producto o servicio que buscamos promover.
Pero, ¿Cuáles medios son los adecuados para mi campaña? ¿Cómo tener mayor impacto a pesar de no tener mucho presupuesto? ¿Cómo le hago? ¡Claro! Con redes sociales.
Este punto es muy discutible… recordemos cuando surgió el internet y los e-books, el adiós a las revistas era evidente… como lo fue la caída de Blockbuster con la llegada de NETFLIX, o con la fotografía impresa con la llegada de la fotografía digital. Sin embargo ¡Oh sorpresa!, nunca antes surgieron tantos títulos de revistas, eso sí, muchos más enfocadas, especializadas y tropicalizadas. Y claro, en versiones en papel y digital.
Por eso, siempre será importante no descartar a ningún medio, hasta no entender claramente las ventajas que cada medio tiene, con relación a tu producto o servicio; así podrás orquestar una mejor mezcla de medios y optimizar los recursos invertidos.
Un ejemplo rápido. Voy a abrir mi nueva tienda, manejo redes sociales para generar expectativa e interacción con el público objetivo, ofreciéndoles algún tipo de incentivo para quien le dé “like” y se mantenga conectado… pueden ser un porcentaje de descuento o cortesía, un tratamiento especial…
Paralelamente, aparezco en medios tradicionales (offline) con alguna entrevista o reportaje sobre donde más ampliamente se pueda hablar de las diferencias o beneficios vs. la competencia, y “vincular” el esfuerzo de comunicación en redes sociales, medios digitales, página web y blogs. Esta orquestación de medios offline y online generará un mejor impacto, mayor presencia con los prospectos objetivos.
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