Decía la profesora Rita McGrath de Columbia Business School: “Estamos acostumbrados a estar en un ambiente competitivo, con largos periodos de estabilidad y entre ellos algunos periodos disruptivos. Pero ahora, esos periodos disruptivos están más cerca uno de otro, son más frecuentes, de tal forma que el ambiente de competencia está en movimiento continuo”.
Hoy en día, las expectativas que tenemos como consumidores van mucho más rápido, que los negocios mismos. El consumidor va por delante del plan, por lo que debemos de contar con planes de corto plazo flexibles y de largo plazo ajustables, en función de las variaciones en los hábitos de consumo y comportamiento de los consumidores o usuarios.
Cuando Interbrand empezó a publicar las mejores marcas globales en el año 2000, solo el 7% de la población global tenía acceso a Internet, hoy se estima que más del 60% están conectados. Nokia, Kodak, Yahoo, GAP estaban en los primeros 25 lugares, pero ahora estos ya no están dentro de las 100 globales. Apple, Microsoft, Amazon, Google y Samsung, Toyota, Coca Cola, Mercedes, McDonald’s y BMW ahora lideran el top de las marcas globales.
Ya ha pasado un cuarto de siglo y podemos ver que el mundo sí que ha cambiado. Somos personas más informadas, conectadas, demandamos más, y continuaremos en ese camino. Hay más negocios compitiendo y muchas más personas escogiendo.
Antes, nos preocupabamos por que nuestra marca destacara las fortalezas del producto y al venderse, este la creciera. Ahora competir solo con “producto y precio” es cosa del siglo pasado. En pocas palabras, el rol de la marca era servir como identificador, el modelo de negocio era el producto. Con los niveles de competencia de hoy, competir solo con “producto y precio” es una estrategia muy arriesgada y quizás insostenible en un momento dado, a pesar que domines la categoría.
Cuando compites con “producto y precio” las ventajas son temporales, ya que los beneficios de producto pueden ser copiados o superados. Ahora, la tecnología facilita el poder adquirirlos o incentivar la venta con el uso de cupones, estas, sin duda, son acciones que funcionan y generan incrementos de corto plazo, pero, no necesariamente construyen lealtad a la marca. La marca debe tener una visión más allá del producto y el precio, buscar apropiarse de algunos puntos diferenciadores de la competencia, y que no puedan ser facilmente replicables.
Recordemos que hay algunas marcas, que solo compramos y otras que deseamos comprar. Hay que constuir marcas con una visión más allá del producto y precio, y de la compra, donde entra un jugador clave: La Post-venta.
Como crear ese deseo por tu marca.
Construye tu marca alrededor de las experiencias del usuario, no solo el producto o servicio que ofreces, sino, de manera confiable, integra y con liderazgo. Con cinco puntos: Funcionalidad, emocional, sensorial, personal y en algunos casos, moral.
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