¿Qué tipo es tu tipo? Suena sugestivo y sí que lo es, pero para el caso de hoy, es aplicado a la tipografía, o al tipo o diseño de letra que será utilizado en el nombre de tu marca.

Algo que puedes pensar que es sencillo de resolver, sin embargo, como en toda buena marca requiere de invertir tiempo en su análisis y estudio para seleccionar que tiene mayores posibilidades de identificación y recordación.

¿Qué haríamos si no tuviéramos nombres? ¿Qué tan difícil sería movernos en nuestra sociedad? Lo mismo pasa con la tipografía utilizada en el nombre de tu marca. Es una tipo de letra que proyecta el valor de la marca.  

Y como la tipografía puede pasar a ser un vínculo, para que tu producto o servicio sea recordado por el consumidor a la hora de elegir. Es un “shortcut” para una buena decisión.

Una buena tipografía en el nombre ayuda a establecer la personalidad de un producto, servicio, institución o empresa. Con el tiempo y uso constante, llega a convertirse en un valioso activo y propiedad intelectual para la empresa.

La tipografía expresa estados de ánimo, emociones, estilos de vida, asociarse a períodos históricos, concretos o a productos y marcas conocidas.

Recomendaciones para elegir la mejor tipografía:

1. Que sea sencilla y atemporal / que soporte el paso del tiempo.

Elige una tipografía clara y sencilla, evita modas pasajeras y sé diferente. Por ejemplo, actualmente hay una tendencia al uso de tipografía “orgánicas”, escritas a mano, pero ¿qué te asegura que dentro de unos años sigan siendo actuales? A menos que encajen muy bien con tu proyecto, sino busca tipografías más clásicas y atemporales.

2. Selecciona una tipografía legible / Si tu logotipo no se lee con claridad puede perjudicarte como marca. Además, es importante que consideres como y dónde se reproducirá (tamaños, fondos, texturas). Menos es más.

Las características generales de las tipografías son variadas, y hay algunos significados tradicionalmente asociados a cada tipo de fuente tipográfica que quizás pueda ayudarte al seleccionar tus opciones.

Pueden ser delgadas, comprimidas, expandidas, angulosas italizadas, redondas, refinadas, simples, modernas, elegantes, agresivas… y ya combinadas con los símbolos, colores y formatos transmitirán sensaciones y personalidades muy distintas.

El uso de mayúsculas puede hacer la diferencia a la hora de llamar al atención de los consumidores y clientes, por ejemplo las marcas de lujo o exclusivas, si las analizamos con mayor detalle podemos concluir, la predominancia en el uso de mayúsculas. Los estudiosos del tema descubrieron que los nombres de marcas escritos en mayúsculas generan la sensación de ser premium, o sea se perciben como más lujosas o exclusivas que las marcas convencionales en una categoría determinada.

Y eso puede hacer que incluso estén dispuestas a pagar más por tenerlas y quieren sentirse exclusivos.

Por esto, es importante que al elegir o cambiar una letra, ya sea en mayúscula, minúscula o mixta, consideremos que puede tener un gran impacto en la posición de la marca.

Esto lo han entendido marcas que ya son consideradas premium y han decidido cambiar a letras mayúsculas en los últimos años.

Sin embargo, en el caso de las tiendas retail, el uso de minúsculas puede tener un efecto mayor cuando se anuncian productos que se compran al mayoreo o que se cotizan continuamente en el rango bajo. 

Podemos concluir que el uso de letras mayúsculas proyectar la calidad de la marca e impulsar a que los clientes estén dispuestos a pagar precios mas elevados.

Las letras minúsculas son mejores para las marcas principales que mantienen una estrategia de pequeñas ganancias con precios bajos.

Una buena tipografía ayuda a comunicar la imagen de tu marca. Estos son algunos ejemplos:

Fuentes Serif

Son las tipografías más tradicionales. Con las que aprendimos a leer, como las utilizadas en los periódicos y revistas, incluso en los libros de texto.

Times, Bodoni, Garamond, Baskerville representan aspectos como la tranquilidad, seriedad, dignidad o firmeza.

Fuentes Sans Serif

Con un aspecto más moderno, las letras sans serif se caracterizan por no tener remates o “patines” en sus extremos. Son rectas y sin ornamentos, representan modernidad, limpieza y seguridad. Ejemplos de este tipo de fuentes son la Helvética, la Arial o la Verdana, o las nuevas Calibri, Open Sans, y todas aquellas surgidas con la llegada de internet / seo.

Fuentes Caligráficas o Script

Tienen aspecto de cursiva o de fuentes manuscritas. Suelen representar la elegancia y tienen un toque humano, un aspecto cálido y acogedor.

Fuentes Display

Utilizadas normalmente en grandes carteles, las fuentes display o de exhibición suelen otorgar mayor personalidad. Son gruesas, pesadas, de mucho impacto visual.