El golf es algo que se “ve” fácil de jugar, pero no es hasta que uno está frente a esa pequeña y blanca pelotita, cuando se da cuenta que tan difícil es llegar a pegarle, y más aún, pegarle bien consistentemente.

Leyendo a Deepak Chopra en su libro “Iluminación”… él explicaba que el golf y la vida son un juego que no podemos controlar, ni dominar.

Destacando que el buen jugador de golf, es uno que repite y repite su swing consistentemente, que sigue una rutina de preparación y técnica; y que, además antes de pegarle a la bola, tiene que considerar variables, como: Hacia donde sopla viento, si hay obstáculos, como árboles, lagunas o trampas de arena que estorban la trayectoria de la bola hacia la bandera o el hoyo.

Y según sean las circunstancias y características de nuestro juego, seleccionaremos el bastón adecuado para el tiro largo o el tiro corto, o para salir de las trampas de arena y claro que, el putt para coronar un hoyo bien jugado.

El libro de Chopra nos dice porque el golf es una experiencia espiritual que puede darnos lecciones para la vida cotidiana y también como desarrollar el Proceso Creativo Estratégico para crear las marcas.

Generar buenas ideas requiere de desarrollar una buena técnica, de contar con información clave para desarrollar buenas estrategias y conceptos creativos de impacto.

Nos habla de tres lecciones que nos puede dar el golf:

1) La Percepción. El golf empieza y termina con la observación de la pelota. Cuando la percepción es clara, parece que la bola sabe que va directamente al hoyo.

2) Las Emociones. Los jugadores de golf, tienen habilidades similares de acuerdo a su handicap, sin embargo, el miedo y la ansiedad generan tensión muscular y esto puede afectar drásticamente el swing. Por eso, las emociones afectan el resultado.

3) Las Ideas. Partiendo que no hay dos rondas de golf idénticas, el golf exige creatividad. Como dijimos antes, el viento, temperatura, el terreno, la distancia, son factores a valorar en cada tiro. Si el pensamiento es rígido, no vamos a llegar muy lejos.

Así es también con las marcas. Debemos evaluar bien cuál es la percepción que tienen de ella quienes las consumen, entender claramente que los motiva, emociona y atrae, y como deberá ser nuestra propuesta creativa para diferenciarnos de los demás.

En el golf gana quien hace menos golpes, así con las marcas, los menos errores para construirlas y lograr los objetivos con las herramientas y recursos que tenemos. Y como el golf, sumemos los golpes que dimos después una ronda. Midamos los resultados del desempeño en los mercados donde participamos para saber cómo virar y hacia donde, en caso necesario.