Se puso cañón. Después de participar en varias reuniones con especialistas y abogados relacionados con el tema, empiezo a sacar mis propias conclusiones sobre la nueva Ley para la Transparencia, Prevención y Combate de Prácticas Indebidas en Materia de Contratación de Publicidad.
- Primero que no hay distinción entre agencias grandes y agencias chicas.
- Existen muchas dudas en las definiciones que establece la ley, ya que algunos anunciantes podrán ser medios y algunos serán anunciantes simultáneamente y esto no se podrá.
- El impacto en la comercialización para el caso de las empresas de medios chicas o locales, ya no podrán comercializar a través de las agencias o agencias de medios.
- El análisis de medios, negociaciones, contrataciones y reportes lo tendrán que hacer directamente. Y esto no asegura que se obtengan mejores tarifas.
- La oferta a los clientes respecto a los medios disponibles ya no será posible, al no poder contar con tiempo o espacio y revenderlo.
- Hay que analizar cómo tendrán tener que ser la relación con los medios.
- Cómo será el tema de la estrategia de medios y media mix.
- Qué pasará con todos los profesionales que viven de la comisión de la venta de publicidad.
- Como agencias estaremos obligados a hacer contratos por cada pauta de cada cliente. Una buena carga administrativa, para quien sea.
- Los influencers, los reportes temas de derechos intelectuales, datos de terceros, acuerdos de confidencialidad, son elementos que violan la seguridad jurídica.
Todo esto será vigilado y regulado por la Comisión Federal de Competencia Económica COFESE. Hay que prepararnos.
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